¿Se puede aburrir un bebé de seis meses? Algunas ideas para jugar con ellos.

Sin duda.

Han cambiado las cosas tanto desde que Lucas cumplió los seis meses. Ya no se conforma tan fácilmente.



Y lo entiendo. Debe ser difícil aceptar sin rechistar que decidan por tí si te acuestan y cuanto tiempo estarás tumbado, si te sientas y cuanto tiempo estarás sentado, con qué debes jugar y si ponen en tus manos algo color rojo o azul, si te ponen un chupete en la boca o te dan agua,....  ¿os imagináis esto para vosotros mismos?

No es de extrañar que el bebé no esté conforme muchas veces y no comparta nuestros deseos.

A veces, cuando lo siento en el parque y empieza a llorar, me lo imagino preguntando: ¿y quién te ha dicho que quiero estar sentado aquí en este momento?

Creo que Lucas se encuentra en la etapa en la que quisiera hacer muchas más cosas por sí mismo y aún no puede.

Las preguntas que nos hacíamos con el recién nacido y que nos servían para saber si el bebé se encontraba a gusto ya no sirven:

• ¿Su pañal está seco?
• ¿Tiene hambre?
• ¿Siente frío o calor?

Ahora son muchas más preguntas las que nos bombardean y uno de ellas es ¿se aburre?. 

El bebé de seis meses ya necesita mucha actividad. Quiere reír, quiere jugar, descubrir, indagar, investigar, tocar, golpear, escuchar, ver, sentir...

Los juegos que más le gustan a Lucas:

• Peítos en su cuello
• Peítos en su barriguita
• Qué le diga que me como los deditos de sus pies y que además intente hacerlo.
• Qué haga como que no le presto atención y de repente me vuelva hacia él dándole bocados en sus bracitos. 
• Que le deje cogerle de mi pelo y alcanzar mi cara para chuparla. Estos son sus besitos.
• Que lo haga volar por el aire.
• Que baile con él en mis brazos.
• Aporrear el teclado del ordenador (sin que su hermano se entere) y no dejarme escribir. 

Bien, esto es solo un ejemplo de a qué le gusta jugar a un bebé de 6 meses. En definitiva, que estemos con ellos dándole cariño y calor y no sentirse solos ni por un momento.

Y ya de paso, si en algún momento del día lográis que permanezca solo por unos minutos, os recomiendo que:

• Tengan algo a mano que puedan coger, llevar a la boca y morder. Necesitan descubrir y explorar llevándose a la boca todo lo que encuentra y tenemos que ofrecerles mordedores y evitar que alcancen cosas que puedan llegar a tragar y resulten peligrosas. Si no tienen nada a mano no perderán el tiempo y sus manos y sus propios pies son un manjar para ellos.

• El ruido les encanta cuando lo hacen por ellos mismos. Es el momento de tener algún juguete que golpeando alguna parte emita algún sonido. 
• Las luces les chiflan. Estos mismos juguetes tienen luces que se encienden y se apagan al ritmo de la música
• Ya podemos poner fuera del alcance de su mano algo que quieren alcanzar forzándoles así al movimiento y estimulando el próximo gateo.
• La música les gusta y les estimula, sobre todo si la pueden producir ellos mismos. Disfrutarán mucho con una caja de cartón en sus manos y si podemos, un tambor que puedan golpear les hará reír sin parar. Para ver a Lucas tocando el piano puede pinchar aquí
• También podemos lograr momentos de tranquilidad colocando un primer libro en sus manos. Los hay de hojas de cartón, duras y de fácil manejo para ellos, llenos de colorido y formas, libros de plástico para la bañera y libros con hojas de tela. Poner cualquier otro libro en sus manos resultará muy divertido para ellos pero entre la baba que le cae encima y el entusiasmo que ponen en arrugar las hojas hará que se nos quiten las ganas de dejarles otro. Para que podamos disfrutar tanto como ellos será mejor que no suframos viendo como la vida del libro en cuestión llega a su fin.

• Y un espejo. Es maravilloso ver como les encanta verse en un espejo. Intentarán alcanzarse a sí mismos y llegar a ellos con sus manitas. 
• Las pelotas. Les encanta verlas rodar

Siempre sin olvidar, que el mejor juguete para ellos somos nosotros mismos. No estarán más feliz con nada más.