Síndrome del nido II

Después de la aventura del pomo he seguido el orden de la lista que me había confeccionado pendientes de resolver.
De los tres focos halógenos que tengo en mi cuarto de baño, dos de ellos estaban fundidos desde hace tiempo. Ya me estaba preocupando que el tercero se fundiera también y tener que apañarme con velas.
Hace tiempo intenté cambiarlos yo sola pero algo más complicado estaba fallando porque al día siguiente de colocarlos nuevos se volvieron a fundir.
Pensando, pensando y observando también ví que un rinconcito del techo estaba demasiado amarillento y avisé a mi seguro. Ellos vinieron a valorarlo y me dijeron que tenía que avisar al seguro del vecino. Mi vecino ha sido muy amable y no se ha demorado en llamarlos.
Después de una valoración, tras abrir parte del techo a martillazos han visto que efectivamente había una entrada de agua, minúscula, que hizo que mi techo estuviera muy húmedo y fundiera además las luces.
Ahora  lo pintarán cuando esté seco después de la reparación y el electricista colocará los focos halógenos nuevos! Estoy contentísima!!
Aunque entre una cosa y otra van a pasar cerca de dos meses y mi retoño estará al llegar. Voy con la lengua fuera pero todo estará perfecto para recibirlo.
Yo no pensaba renovar el seguro de hogar este año en Mayo, es tan difícil llevarlo todo... pero veo lo necesario que es y pienso que tengo que sacarlo adelante como sea. He de pensar en ello. Qué necesario es tenerlo.

Síndrome del nido I

Ya es bien sabido por todas la actividad y energía que destinamos a que todo esté a punto y como nosotras queremos para cuando nuestro retoño llegue.
Yo estoy en ese punto en el que no me basta con pensar, sino que siento que no hay tiempo que perder y me tengo que poner manos a la obra.
Así que veo frente a mí todo los desperfectos que debo arreglar. Algunos de ellos incluso pueden ser subsanados por el seguro de hogar pero, ¿que ocurre cuando el seguro de hogar no cubre algo y no puedes permitirte este tipo de gastos?
Pues chicas, podemos con todo, hacerlo una misma!
Con lo que hace una semana el pomo de la puerta del cuarto baño venció y corríamos el peligro de quedarnos encerrados.
Con un destornillador inadecuado (que importante es tener una buena caja de herramientas a mano), me dispuse a desmontar el pomo y con él me fui a la ferretería de mi barrio.
Mira por donde, como nunca me hubiera imaginado, esas piezas que no sabía ni que existían, las venden sueltas y no es necesario comprar el pomo entero. Tenía rotas dos piezas pequeñas.
Luego tuve que montar y desmontarlo dos veces porque no me salió a la primera, pero estaba hecho!!
¿Quien dijo miedo? Ahora, a por todo lo demás!

Decolorante para el vello durante el embarazo

Hoy he tenido la visita con mi ginecóloga.
No sé quien se relaja más, si mi bebé con el latido de mi corazón o yo con el latido del suyo.
Es milagroso escucharlo. Te invade una tranquilidad inmensa saber que todo está funcionando a la perfección y que todo marcha según lo previsto.
Este es un de los momentos más esperados de cada mes.
Y después de escuchar los latidos también llega la pregunta del mes. ¿Puedo utilizar mi crema antidecolorante para el vello? A lo que ella me responde: ¿quieres ponértela en la barriguita y lucir bikini este verano?  Necesito sentirme yo misma de nuevo ahora que me siento mucho mejor. Y ella me sonríe: Por supuesto! Es lo mejor que puedes hacer, presumir y sentirte bien.
Lo más importante es que utilizada de una forma esporádica no vá a hacer ningún daño a mi bebé. Así que, ya es hora de que mi cara me sea un poquito más familiar!