Renaciendo, Feliz Año 2014!

Momento de reflexiones y de hacer valoración de lo que ha sido el año que se nos queda atrás y que estamos a punto de cerrar.

No me cansaría nunca de decirlo. Año de agradecimientos, año de relajación y recuperación. 

Y sin duda alguna, un año de renacimiento. Porque con la llegada de Lucas he vuelto a nacer.

Desde el momento en el que supe que él estaba de camino hasta el día de hoy, mi vida dió un giro de 360 º.

Desde entonces, desde el momento en el que me dirigía al hospital, que tanto me gusta recordar,  aqui, cuando lo posaron sobre mí, La llegada de Lucas,  aquí, y hasta disfrutar de nuestras primeras Navidades con él, aquí, no he dejado de disfrutar de cada una de sus miradas.

Él me ha inspirado y junto con Gonzalo son la luz de mis mañanas.

Y junto a ellos, hoy, el último día de este 2013 en el que tanto en aprendido y de tanto he podido disfrutar, nace públicamente Las cositas de Lucas.

Hoy lo presentamos en sociedad. Ha nacido con nosotros y lo hemos mimado hasta no poder más. Como cualquier recién nacido, tiene que crecer mucho más, pero ya no podemos esperar más a mostrároslo.

En el 2013 hemos sembrado y a punto de empezar el 2014 os muestro las primeras hojas que se convertirán en ramas largas y frondosas que nos arroparan y cobijarán.

Bienvenidos a nuestra morada. Espero que despidáis el año tranquilos por haberlo aprovechado y contentos por todo lo que os ha proporcionado, dispuestos a exprimir el 2014 aún con más fuerza. Feliz Años a todos!!


Cuándo retomar los ejercicios y el deporte después del parto

Creo que ya es hora de hacer algo más que caminar.

Eso sí. Desde que Lucas nació he caminado mucho. Me tomé muy en serio pasear y las largas caminatas y esto me ayudó en multitud de aspectos.

Para empezar, evitaba de esta forma que se me cayera la casa encima. No le dí prioridad a las labores del hogar, tan sólo a las comidas, y en cuanto Lucas y yo estábamos preparados, algo que me llevaba horas porque una toma se juntaba con otra y ya sabemos que no es fácil sacar tiempo ni para darse una ducha, nos "tirábamos a la calle". Las horas de paseo se me hacían más llevaderas y a Lucas le ha encantado echar largas siestas en su cuco. Y sumado a que sin descuidar la alimentación iba a muy buen ritmo recuperando la línea. No contar con coche y lo difícil que es coger el transporte público con un bebé me han facilitado las cosas.

El tiempo vá pasando y ya no es difícil estar tantas horas en casa. Además, cuando Lucas está despierto, tiene muchas ganas de jugar y yo me presto a todo.

Juntos hemos empezado a hacer un par de ejercicios sencillos que os enumero:


  • No me he tumbado en el suelo, sino en el sofá. Lo haré también tumbada en la cama. Como Lucas ya soporta muy bien el peso de su cabeza y quiere estar incorporado el máximo tiempo posible, lo he sentado sobre mi vientre mirando hacia mí y empiezo despacio a hacer varios bloques de 10 abdominales levantando la cabeza hacia él y un poco el cuello. Ya sabemos que debemos sentir el abdomen pero no forzar la espalda para evitar lesiones. Se permiten todo tipo de muecas. Lucas no ha parado de reír a carcajadas cada vez que veía que me acercaba y contaba con él.
  • En la misma posición, tumbada boca arriba, lo he cogido con mis brazos y en bloques de 10 en subido y bajado mis brazos lentamente. La sensación de volar es un juego que a los bebés les encanta y les resulta muy divertido. De nuevo las carcajadas están aseguradas y, en esta ocasión, también las babas que entre risa y risa nos caen desde arriba.

Ha sido una tarde de lluvia en casa que hemos llenado de juegos y diversión que a los dos nos ha encantado. Tengo muchas ganas de probar más ejercicios.

No dejéis de probrarlo y ya me contaréis los resultados!!



Caída del pelo en el post-parto

Estoy manteniendo el pelo largo y aún me apetece tenerlo más. A veces me planteo si lo mejor será cortármelo porque es tremendo la cantidad de pelo que estoy perdiendo y que se me cae.

Por las mañanas, la almohada es una alfombra de pelo y después de lavarlo y peinarlo me dá la impresión de que algo no vá bien porque la cantidad de pelo que se queda en el peine y en mis manos me asusta.

Durante el embarazo estaba muy contenta. En otras etapa de mi vida también he perdido mucha cantidad de pelo pero durante el embarazo, además de mantenerse limpio mucho tiempo casi no perdía nada.

Como es algo que realmente me preocupa he pensado que a muchas os puede ocurrir como a mí y he buscado información sobre ello. Sorprendentemente, como con tantísimas cosas, los tiempos coinciden y he encontrado un artículo muy corto que me ha dejado un poco, sólo un poco más tranquila, porque aunque hay una explicación lógica a todo no es agradable verlo y mucho menos pensar que pueda durar tanto tiempo.

Os dejo el enlace de lo que encontré y espero que os sirva como a mí.

http://www.materna.com.ar/Embarazo/Puerperio/Articulos-Puerperio/La-Caida-del-Pelo-durante-la-Lactancia/Articulo/ItemID/18496/View/Details.aspx


Primera regla después del parto

Una pregunta que muchas de nosotras nos preguntamos cuando tenemos a nuestros bebés. ¿Cuándo me vendrá primera regla?

Valga la rebundancia he terminado pensando que no hay una regla fija para ello aunque sí nos podemos hacer una idea no debemos confiar en ello como una ciencia exacta, según mi experiencia.

Leí muchísimo sobre ello y creí que como mamá que dá el pecho de forma exclusiva mi regla tardaría en llegar. El 35% de las mamás que dan el pecho reanudan su ciclo menstrual a los tres meses más o menos de dar a luz. El 65% lo hacen alrededor de los seis meses.

Las mamás que recurren a la leche artificial ó dan el pecho menos de un mes tendrán su menstruación antes. Un 40% lo harán a las ocho o diez semanas y el resto a los tres meses después del parto.

Por poco que nos guste, no deja de ser una señal de que todo vá respondiendo con total normalidad.

Sus primeros enfados

Ya desde el mes pasado empecé a ver el descontento de Lucas ante lo que no lograba.

Todo empezó cuando, sentado en la hamaca, intentaba alcanzar con la manita el patito ó el sonajero que colgaba del arco de la hamaca. Estaban demasiado lejos entonces y, aunque quería, no lograba hacer llegar la mano a ellos.

Ahora, con cuatro meses y medio, Lucas lleva su mano a donde quiere pero se le presentan otros retos que le hacen enfadar mucho. Es fantástico ver su reacción ante algo que no le gusta. Grita muy enfadado y no rompe a llorar, pero casi. 

Ha sido tanta su frustración con el patito de la hamaca que yo misma he tomado medidas. Lucas logra cogerlo, pero la cinta de la que cuelga es muy corta y es imposible que llegue a su boca. 
Lo que debe ser un tiempo de ocio, juego, logros y diversión, se convierte en un tiempo de agobios tanto para él como para mí. Una cosa es verlo enfadarse un poco con algo, incluso resulta tan dulce ver cómo reacciona, y otra cosa es que sentarse en la hamaca se convierta en una pesadilla. 

No he soportado verlo pasar tan mal. Así que, tijera en mano,


Ahora Lucas y yo estamos más tranquilos!!

Las primeras Navidades de Lucas. Crónica de un día navideño.

Todos coincidiremos en que las primeras veces de todo lo que nuestro bebé hace nos hace sentir inmensamente felices.

Hoy hemos vivido un día tan especial!

Voy a ser generosa en fotos porque una imagen vale más que mil palabras.

Para celebrar mi santo en el día de La Inmaculada, hemos ido a comer a casa de los abuelos. Benditos abuelos y qué felices son con sólo mirar a Lucas.

Por la tarde, Gonzalo, Lucas y yo nos hemos ido al centro de la ciudad. Para ello hemos cogido el autobús. Lucas ha dormido todo el camino.

Todos los comercios estaban abiertos y el centro estaba abarrotado de personas paseando, de artistas cantando, bailando, simulando posturas,.... En los escaparates, árboles, guirnaldas, bolas de navidad que brillaban... Y cuántos carritos de bebés, embarazadas, niños ilusionados con los colores.

Mi plan era merendar los tres, incluído Lucas, en la cafetería de El Corte Inglés, suponiendo una tarde tranquila. Pero se vé que no soy original en ideas y todo el mundo pensó lo mismo que yo.

La cafetería está en la quinta planta, la última, así que en esperar el turno de los ascensores, tres colas de carros, una para cada uno de ellos, subir a la quinta planta, comprobar que la planta donde se encuentra la cafetería es la planta que han habilitado para los juguetes (no me digas que no está estudiado), comprobar que hay una cola kilométrica para entrar en la cafetería, volver a guardar una de las tres colas para volver a coger el ascensor y llegar abajo, 45 minutos de aventura bien contados.

Nos olvidamos de la merienda y nos fuímos a Plaza Nueva a la espera del encendido de las luces. De nuevo todo el mundo pensó lo mismo y a las seis y media en punto, gritos y aplausos de emoción y alegría. Aún me emociono cuando lo recuerdo. Y fotos, muchas fotos!

Mi fotógrafo por excelencia, Gonzalo, estudiaba todos los ángulos posibles y qué fotos más bonitas nos sacó.




Lucas se contagiaba de nuestro entusiasmo.



A la vuelta, dispuestos a coger el metro, hicimos una parada para tan ansiada merienda, por fin! Y tuvimos nuestro tiempo relax.



Al llegar al metro, ni la cola del cuponazo! Más carros, más bebés, más personas con la misma idea, y de nuevo risas y conversación a la espera de que nos llegara el turno.

No cambiaría este día por nada porque no he podido estar mejor acompañada y sentirme más feliz con mis dos luceros!

P.D. Y por la mañana habíamos adornado nuestra casa!


Girando sobre sí mismo

Esta mañana me he llevado un tremendo susto.

Lucas ha heredado la habitación que Gonzalo tenía de pequeño y Gonzalo pasó a ocupar otra más juvenil. Me llevé gran parte del embarazo y desde que nació Lucas dando vueltas a la cabeza sobre como recolocar sus muebles porque me parecía que el espacio que quedaba entre la cama, el armario... era muy pequeño. Gonzalo estrenó esta habitación con 10 años pero Lucas iba a necesitar más espacio para jugar.

Por fin hoy ví la solución y empecé a mover muebles. Hubo momentos en que nos quedamos encerrados dentro del dormitorio porque era difícil mover los muebles de un lado otro y dejar espacio para ello.

Lucas estaba sobre la cama boca arriba y miraba de un lado a otro siguiendo todos mis movimientos cuando en una de las miradas se giró sobre sí mismo y se puso boca abajo! Ha sido excitante verlo a la vez que me lancé a la cama pensando que iba a caer al suelo sin darme cuenta de que tenía espacio suficiente para girarse. Primera vez y lo pude ver en vivo y en directo.

Es tan bonito celebrar sus logros.

Empezado el segundo trimestre del bebé debemos tener en cuenta que cada vez adquiere más destreza en sus movimientos y que debemos vigilarlo muy de cerca.

En este enlace encontraréis un precioso artículo que hablar sobre "la etapa del avión".

http://www.crecerfeliz.es/El-bebe/Psico-desarrollo/Tu-bebe-ya-sabe-darse-la-vuelta

Otra de los movimientos que Lucas lleva prácticando desde hace dos semanas es que boca arriba sobre la cama se impulsa con las piernas y así vá trepando.

Mil ojos con ellos, no hay que perderlos de vista!

Los celos de los hermanos con la llegada de un bebé a casa

He decidido dedicar un post a los celos, muy cortito.

Esta vez no puedo hablar de mi experiencia personal porque Lucas vá a crecer casi como un hijo único, su hermano ya tiene 16 años y no ha experimentado celos, todo lo contrario, ayuda en todo lo que puede con su hermanito bebé.

Pero sé que es un tema que en muchas casas se vive y que puede llegar a preocuparnos mucho.

Esta mañana, mientras bañaba a Lucas, escuchaba Cadena Dial y Súper Nani respondía a la carta de una mamá que pedía consejo.

El caso era el siguiente:

Tenía una niña de dos años y pico y su bebé lactante. Su pequeña de dos año y pico ya había superado la lactancia pero al ver a su hermanito bebé tomar el pecho quería intervenir y que su mamá también se lo diera a ella. Su mamá no sabía qué sería mejor, negárselo o, por el contrario, ceder y dárselo también.

Súper Nani contestaba de lo natural de estas situaciones. Niños pequeños con etapas superadas que quieren volver a ellas cuando llega un bebé a la casa.

Súper Nani recomendaba como primer y más importante remedio, mucha paciencia y tranquilidad.  Aconsejaba explicar a la niña de una manera corta y sencilla, sin alargarse, y con firmeza y cariño, que era el momento de que el bebé tomara el pecho y que cuando terminara ellas harían algo juntas.

Después de terminar con la toma, iniciar una actividad, que a ella le gustara, alagando lo bien que lo hacía, la suerte que tiene de poderlo hacer por ser más mayor, de lo contrario, el bebé aún no podía.

Y mucho amor, siempre mucho amor.

A recomendado algo que ya todos sabemos pero que no está de más tenerlo siempre presente porque algunos días pueden resultar más difíciles. Siempre besar a nuestros hijos cuando los acostamos y decirles que les queremos, aunque hayamos estado un poco enfadados esa tarde. Es importante que lo escuchen todos los días y beneficiará su autoestima.

¿Por qué los bebés se chupan las manos a los 4 meses?

Las manos y los pies! De repente Lucas intenta meterse los puños enteros en la boca, si puede ser dos mejor que uno, y empiezo a preguntarme si tiene hambre o si... ¿es posible que le duelan las encías? ¿ya están aquí los dientes?

El tiempo se me pasa volando, lo veo hacerse mayor por días y la aparición de los dientes se me antoja como si me estuviera quedando sin  bebé, ¡qué pronto!

No sólo se lleva los puños a la boca. Se intenta llevar todo lo que cae en sus manos y se enfada muchísimo cuando no logra chuparlo, una manta, cualquier trapo, su gasa, su peluche, mis dedos cuando se aferra a ellos...



Hecha un mar de dudas me he puesto a buscar información y me he quedado mucho más tranquila después de leer el artículo que encontraréis en el siguiente enlace: http://www.serpadres.es/bebe/4-8-meses/desarrollo-bebes-morder-chupar-fijacion-oral.html

Me resulta apasionante que logren conocer todo lo que les rodea a través de la boca y que sean capaces de identificarlo todo con su lengua.

Así que, no debemos preocuparnos a la primera de cambio, solo están conociendo su nuevo mundo!





















Feliz cumple cuarto mes de Lucas. Sus avances y nuevas decisiones.

Hoy Lucas cumple 4 meses!

Aún me parece que fue ayer cuando dí a luz. Aún lo siento muy cerca y casi no me puedo creer que haya pasado este tiempo.

Durante el tercer mes Lucas ha progresado mucho.

Una de las cosas que más me han llamado la atención ha sido ver como se ha descubierto la garganta. Me ha costado llegar a la conclusión de que era eso lo que estaba ocurriendo. Hace dos semanas, Lucas empezó a toser un poco. Pero era una tos corta, débil y, cuando tosía la primera vez, venían varias veces detrás. Pero él ni se inmutaba. Estaba contento, no estaba resfriado ni tenía mocos. Con el paso de los días me día cuenta que lo hacía sin razón. Quizás la primera vez era verdadera, pero todas las demás eran repeticiones provocadas por sí mismo!

También ha empezado a sostener la cabeza. A día de hoy, ya no se tambalea. Durante todo el tercer mes parecía un bolo. Lograba sostenerla a medias y de vez en cuando se le iba para un lado y para otro hasta que lograba centrarla. Ahora la mantiene derecha y la gira allá donde quiere mirar.

También alcanza la mano a aquéllo que quiere coger. Se acabaron los movimientos de brazo hacia arriba y hacia abajo como si le hubieran dado una descarga. Lucas coge ahora lo que quiere. Pero le queda un poco para saber llevárselo a la boca. Se enfada muchísimo cuando no lo consigue.

Y llegaron los momentos de las carcajadas!! Ya no solo sonríe sino que ríe con ganas. Cuando le hago conquillas en el cuello y en la barriguita jugando, le encanta!

Y ha llegado un momento decisivo. A los cuatro meses casi todos los bebés empiezan a tomar cereales. Pero he tomado la decisión de que Lucas continúe con la Lactancia Materna Exclusiva. También han quedado atrás mis miedos a no saber si produciría la suficiente leche y si lo podría alimentar bien. Lucas ríe, tiene mucha fuerza, quiere jugar y está lleno de energía. Así que, a por los seis meses de lactancia! Yo estoy disfrutando de lo lindo con él.

Os dejo una fotito de cuando Lucas aún no había cumplido un mes


Cómo nació Las cositas de Lucas


Soy una mamá por vocación. No ha habido nada más en mi vida que me haya hecho sentir plenamente feliz como ser mamá.

Mi experiencia como madre de Gonzalo durante su crecimiento como persona y su desarrollo, hoy en día con 16 años, confirmaba que el camino de la maternidad es el doctorado mas complicado a la vez que bello en la que una persona se puede embarcar.

Me convertí en mamá bloguera en Marzo del 2013, dentro de la comunidad Seguimos siendo mamás blogueras, ya desaparecida, con las que he aprendido tanto y he vivido uno de los momentos más bonitos de mi vida, La llegada de Lucas, aquí

Empecé mi andadura como bloguera durante el embarazo de Lucas. Cargada de ilusión quería compartir la maravillosa experiencia que de nuevo la vida me brindaba con mi embarazo con el mundo entero. 

Además de estar entusiasmada esperando a Lucas, después de 20 años experimentada como Secretaria Ejecutiva, también estudié la posibilidad de compaginar mi vida laboral con mi vida familiar en primera persona a partir de este momento. Un asunto nada sencillo porque necesitaba un trabajo que me permitiera administrar mis horas de trabajo en torno a los cuidados, atenciones y la educación que mis hijos necesitan.

Después de un embarazo deliberando sobre las diferentes posibilidades decidí dedicar más tiempo al mundo donde más feliz me siento, el mundo del bebé y del niño. En varias ocasiones a lo largo de mi vida sentí el deseo de emprender algo para ellos. lo hice realidad pero los ingresos, únicos en casa, eran insuficientes.

Continuando con una de mis pasiones, escribir, y así compartiendo mis experiencias como mamá de un bebé y de un adolescente, finalmente me incorporé de mi excedencia voluntaria en mi empresa y trabajo por cuenta ajena además de estudiar Sociología por la Universidad Pablo de Olavides.

Con mi trabajo, mis estudios en la Universidad, mi blog y mi vida como mamá de dos seres maravillosos crezco y crezco cada día.





Resfriados, dolores de garganta ó gripe. Remedios caseros durante el embarazo y lactancia.

Ahora que nos acecha el frío llegan los resfriados y los dolores de garganta.

Fuente foto: aenfermeiranacasa.blogspot.com


Durante el tiempo del embarazo somos más vulnerables porque nuestro sistema inmunológico dedica casi toda las funciones a proteger a nuestros bebés.

Son períodos en los que intentamos por todos los medios no tomar antibióticos. Tenemos algunos remedios caseros que podrían ayudarnos a sobrellevar los síntomas:


  • Alimentación rica en fibra. Es indispensable la fruta y la verdura fresca. Nos proporcionan minerales y antioxidantes como la vitamina C que nos ayuda a luchar contra las infecciones.
  • Beber mucho zumo de fruta y agua. La hidratación es muy importante.
  • Intentar evitar el estrés y descansar todo lo que podamos.
  • Mantenernos activas y hacer ejercicios. Andar diariamente es el ejercicio más recomendado durante el período del embarazo y después del parto.
  • Para los resfriados con cogestión nasal puede ser bueno inhalar vapor. Podemos hervir agua con dos o tres gotas de aceite de eucalipto ó sin ello. Los caramelos mentolados también nos pueden aliviar.
Fuente foto: mexicodesconocido.com.mx

  • Hacer gárgaras con agua salada puede ayudarnos a evitar infecciones en la garganta. Un vaso de leche hervida con miel y limón alivia la tos y el dolor de garganta.

  • Media cebolla en nuestra mesita de noche mientras dormimos y nos quedaremos asombrados de sus efectos.
Fuente foto: ahorrodiario.com

  • Evitar fumas.
Mucho descanso en caso de gripe es el mejor de los remedios. Los virus están a nuestro alrededor y es difícil evitarlos.

Y la mayor recomendación, tanto si estamos embarazadas como si nos encontramos en período de lactancia ó para cualquier persona en condiciones normales es "no automedicarnos sin la supervisión de un facultativo".


Mi hijo adolescente

Esto sí que me coge de muy cerca. Quiero compartir con vosotros un artículo publicado en el periódico El País. Me ha resultado muy interesante y, en esta ocasión, estoy muy familiarizada.

http://elpais.com/elpais/2013/11/15/eps/1384536841_892415.html

Respecto a mi experiencia personal, diré que en mi hijo adolescente el gran cambio se produjo casi a los dieciséis años. No he tenido un adolescente precoz, ni con doce, ni con trece, ni con catorce.

Estoy muy contenta con él, es responsable y cariñoso y confío plenamente en sus decisiones.

Esto no quiere decir que como madre "plasta", lo persiga y no me canse de repetir en casa temas que considero muy importantes, porque tengo miedo, el miedo infundado por parte de la sociedad y los tiempos en los que vivimos.

Tengo muy en cuenta que las cosas no se pueden dar por hecho y que los adolescentes se encuentran en un período de aprendizaje importante, por eso nos necesitan tanto y que no son adultos. Siguen necesitando de todo nuestro apoyo, atención y cariño.


Medicación gratis para bebés de menos de un año en Andalucía

Hace un mes descubrí que los medicamentos no se pagan en niños y niñas menores de un año. Más tarde observé que esto no ocurre en todas las Comunidades.

Por si hay alguna despistada en Andalucía, igual que yo, os dejo la información que encontré y que nos saca de dudas.

Aunque como en el resto de Comunidades las vacunas que no entran dentro del programa de vacunación, como Rotavirus y neumococo, que cuestan 70 euros cada dosis y se administran 3 dosis dentro del primer año del bebé.

Ojalá nadie tenga que hacer grandes gastos en medicación y todos los bebés estén sanotes.

Fuente de información: http://www.juntadeandalucia.es/

Plan de Apoyo a las Familias Andaluza

Bebé sonriendo
Las niñas y los niños andaluces con menos de un año tienen acceso gratuito a los medicamentos y productos sanitarios prescritos por su médico o médica de familia, o por su pediatra, importe que será asumido por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
Esta medida, pionera en España e incluida en el Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas, tiene como objetivo reforzar la protección de la salud en la primera infancia y ayudar a afrontar los gastos económicos derivados de la llegada de un hijo o una hija.
Para acceder a esta nueva prestación los bebés deberán ser identificados con la tarjeta sanitaria individual cuando acudan a su consulta de medicina de familia o pediatría. En caso de no disponer aún de la tarjeta, se puede utilizar el justificante de haberla solicitado o el documento de reconocimiento temporal del derecho a la asistencia sanitaria.

Lactancia: Crisis de los tres meses

Acabo de superarla, por eso escribo sobre ello. Nadie me habló de este momento y creo que es importante abordarlo. Para las mamás que elegimos la lactancia exclusiva, debemos estar preparadas para este momento porque nos vamos a encontrar con muy poca ayuda.
Una vez superados los primeros momentos tras el nacimiento, nada fácil, porque a pesar de que se intenta fomentar la práctica de la lactancia materna es un auténtico bombardeo por parte de nuestro entorno escuchar frases como este niño se queda con hambre, quizás tu leche no le alimenta, estás segura que tienes suficiente leche?, frases que no ayudan en absoluto y, a veces sientes la necesidad de tirar la toalla, llega otro momento delicado en el camino de la lactancia materna.
Os cuento que sin hacer locuras yo andaba vigilando mi peso con la ilusión de ir perdiendo gramos cada semana igual que Lucas los iba ganando de manera muy satisfactoria.
Cada sábado me acercaba a la farmacia para pesarlo y, como ya venía siendo costumbre, estaba deseando que llegara el día porque yo engordaba de felicidad viendo los resultados de la semana.
Pero hace unas tres semanas, había algo que me decía que no sería como los sábados anteriores. Efectivamente, así fue. Lucas había cogido tan sólo 80 gramos. En comparación a los cuatrocientos y pico que solía coger cada semana los músculos de mi cara quedaron inmóviles porque mis sospechas se habían corroborado.
Pensé que era culpa mía por vigilar tanto mi peso y por "cuidar mi alimentación" en lugar de atiborrarme de grasas, porque también había que no paraba de insistirme para que comiera carne y más carne para que no me faltaran proteínas.
A esto se sumó, que las "niñas" de la farmacia, con las que había hecho amistad, empezaron a decirme que ya era hora de meter una ayuda a Lucas, que así yo descansaría más. Me preguntaban si estaba haciendo dieta y me animaban a empezar con el bibi.
No pude contener las lágrimas sin poder hacerme a la idea de que aquélla etapa se iba a terminar y empecé a llorar. Ahora que estaba disfrutando tanto de esos momentos mágicos, ahora que no sentía dolor, que mis pezones no estaban en carne viva y enrojecidos, que sentía tanto placer y calma cuando Lucas pegado a mí succionaba y me miraba, ahora que incluso echábamos carcajadas porque cuando se siente llenito suelta el pezón, me mira, y empieza a reír jugueteando, lo coge y lo suelta sin parar y yo no puedo parar de llorar de la risa.... No podía ser que ya acabara, tan rápido!
Ante mi llanto las "niñas" me consolaban entre bromas: "no es tan grave... no vas a ser tú más madre que nadie". No quiero decir por donde pienso que deberían meterse sus bromas.
Llegué a casa buscando información en internet a la desesperada y voilà!, he aquí la respuesta corroborada por mi amiga Yolanda, mi matrona:

A los 3 meses

En general, se habla de la crisis de los 3 meses describiéndola como un momento en que:
  • El bebé ya no pide pecho tan a menudo, algo que la madre  puede interpretar de diversas formas: no tiene hambre, no quiere comer o la rechaza. 
  • El niño que antes se mostraba encantado de pasar largo rato prendido al pecho hace ahora tomas de escasos minutos.
  • La madre se nota los pechos blandos, lo que atribuye a una producción insuficiente de leche.
  • El bebé hace tomas caóticas, en las que se distrae por cualquier cosa y a menudo rompe a llorar al poco rato de haber empezado a mamar. Sólo parece  mamar bien y tranquilo cuando está dormido.
  • El bebé engorda menos, lo cual es perfectamente normal pero puede reforzar la sensación de que pasa hambre.
  • El bebé se chupa el dedo o la mano entera casi con voracidad, lo que de nuevo puede causar alarma tanto si se interpreta como un signo externo de hambre, como si despierta el temor de que de más mayor "haga la pipa". Ambos temores son infundados.
  • A menudo, hay una disminución en la frecuencia de las deposiciones del bebé (si hasta entonces hacían caca varias veces al día, pueden pasar a hacer sólo una o incluso pasar varios días sin ir de vientre). Puesto que las deposiciones también suelen interpretarse como medidores de la ingesta de leche, la madre puede interpretar esta menor frecuencia en las deposiciones como señal de una ingesta insuficiente.
A consecuencia de todo lo expuesto, la crisis de los tres meses es a menudo el momento en que se inicia la suplementación con leche artificial y el abandono paulatino de la lactancia materna. La sensación de rechazo y de falta de leche se apodera de la madre, aunque en realidad lo que está ocurriendo es perfectamente superable si se entiende y se maneja de forma adecuada. 
A los tres meses los bebés son expertos en el arte de la succión, y en  una toma de escasos minutos pueden extraer toda la leche que necesitan.
A partir de los tres meses se producen granes cambios en su cerebro; las conexiones neuronales se multiplican a toda velocidad y su inteligencia, cada vez más desarrollada, les abre un mundo de sensaciones. Hasta los tres meses, su sentido de la vista y el oído es limitado, inmaduro y goza de una funcionalidad reducida. A partir de los tres meses, sin embargo, la visión mejora de manera espectacular y empiezan a ver más allá de la cara de su madre, por lo que se distraen por cualquier cosa a la hora de mamar: un cuadro colgado detrás de mamá, alguien que está sentado al lado de ésta, una mosca que pasa volando, el propio rostro de mamá, que el niño mira y a la que sonríe, el momento en que papá entra en la habitación... Y con el sentido del  oído  pasa lo mismo: si alguien entra en la habitación y habla, si la tele hace ruido, si pasa una ambulancia por la calle... la sana curiosidad del niño lo va a impulsar a dejar de mamar para oír qué pasa a su alrededor, y las madres se desesperan  por ese comportamiento irregular y aparentemente displicente: "Mama en 5 minutos o menos, y en ese tiempo se suelta del pecho o se distrae mil veces. Eso si, por la noche mama de fábula y está mucho rato en cada pecho, como antes, sin soltarse ni ponerse a llorar".
Por si fuera poco, a partir de los tres meses los niños lloran al mamar. No bien empiezan a succionar, se ponen a bramar con desesperación. Esto no hace más que aumentar la angustia de la madre, puesto que se nota los pechos extremadamente blandos, tiene la sensación de que apenas produce leche y es posible que haya dejado de notar las subidas de la leche.
Otra combinación de factores que impulsa a las mujeres a dejar el pecho de forma precoz y no deseada.
La situación tiene una explicación lógica, y por supuesto la madre tiene leche suficiente y la capacidad para fabricar toda la que el niño necesite en un momento dado. Pero el cuerpo materno es muy sabio y modifica el sistema de producción de leche para optimizar el proceso. Ahora la glándula mamaria está preparada para fabricar la leche en el momento que el niño la requiera, y el cuerpo tarda sólo 2,2 minutos en desencadenar el reflejo de eyección y proveer al niño de toda la leche que le hace falta.
Lo cierto, sin embargo, es que los niños suelen mostrarse molestos con este cambio. Estaban acostumbrados a encontrar la cantidad de leche que ellos querían nada más ponerse al pecho, pero ahora tienen que succionar, esperar unos minutos  y volver a mamar.
He aquí un símil que puede ayudar a entender el proceso: hasta el momento de la crisis, los niños comían en un buffet con servicio las 24 horas, y nada más sentarse a la mesa ya tenían la comida ante sí. Cuando empieza la crisis, el restaurarte mediocre se transforma en uno de lujo, hay que esperar al camarero, hay que leer el menú  y esperar a ser servido, lo que se traduce en 2,2 minutos de espera, que les sienta muy mal durante el mes y poco que tardan en aprender que toca esperar 2 minutos para comer. La cantidad  de leche que toman es exactamente la que necesitan, no hay problemas de fata de leche.
Todos los factores que intervienen en la crisis de los tres meses la hacen muy compleja, y si no se conocen los mecanismos por los que se produce, el resultado es un abandono precoz de la lactancia con la sensación equivocada de falta de leche o de rechazo por parte del bebé.

Consejos para superar las crisis:

  • Jamás, bajo ningún concepto, hay que forzar a un niño a mamar ni insistir demasiado para que tome el pecho, puesto que el resultado puede ser justamente el contrario y provocar un rechazo real donde hasta entonces no existía más que una crisis pasajera.
  • Cuando un niño está en plena crisis, puede resultar muy útil darle el pecho en penumbra y en silencio, puesto que cuantos menos estímulos externos haya, más tranquila será la toma. 
  • No esperar a que el niño llore para ponérselo el pecho, pues es posible que para entonces su ansiedad se traduzca en desesperación. 
  • Paciencia, mucha paciencia. Tal como ha llegado, la crisis se irá.
Con ello os digo, que guardéis la calma y no os agobiéis. Que no os dejéis influir por las primeros consejos aún viniendo de fuentes "supuestamente" fiables.
Si realmente queréis continuar con ello, podéis hacerlo.

La pipa o el pipo

Cuando Gonzalo era pequeñito nunca quiso pipo, chupete. Yo estaba tan contenta por ello. No hacía más que pensar que había tenido mucha suerte pero más pronto que tarde calmó sus necesidades con la pipa.
Al principio me resultó muy simpático y tierno pero pasado el tiempo empecé a agobiarme pensando en todo lo que me decían, boca deformada, callo en el dedo, pipa hasta la edad adulta incluso a escondidas...
Ya sin éxito intenté quitarle la costumbre pero no podía controlarlo incluso en sueños. Aún así no desistí.
Con tres añitos y medio lo operaron de vegetaciones y amígdalas. Cuando salío de quirófano lloraba y veía como le caía su propia babita en la almohada manchada de sangre y me preguntó si era culpa de la pipa. Pobre mío, le dije que sí y nunca más se la metió en la boca.
Ahora con Lucas me volvió a coger el toro. No le puse el pipo y cuando me dí cuenta había encontrado la solución por sí mismo. Así que, me fui corriendo a la farmacia a comprar dos pipos y a fuerza de intentos conseguí que lo succionara sin expulsarlo. Pero ahora coge los dos. El pipo cuando yo estoy pendiente y me doy cuenta y la pipa durante la noche y estoy durmiendo. Más de una vez me han despertado sus chupetones.
Como pasado los años han cambiado tanto las cosas, he vuelto a buscar información sobre ello y tal o como me esperaba, también los mitos han caído en este aspecto.
Ya la pipa no es tan mala dentro de los tres primeros años de vida del niño. Se considera un acto de instintivo desde el útero materno. A partir de los tres años la cosa cambia y sí puede ser perjudicial, aunque muchos niños la dejan por sí mismos justo hacia los tres o cuatro años debido a la presión social (entrada en colegios, son más conscientes y les dá vergüenza delante del resto de compañeros)
Hay métodos para intentar que desaparezca el hábito. Se asocia al aburrimiento. Pero lo que no debemos hacer nunca es decirles expresiones como "pareces un bebé". Esto sólo lograría hacerlos sentir mal perjudicando incluso su autoestima.
¿Han cogido vuestros bebés la pipa ó el pipo?
 Acabo de superarla, por eso escribo sobre ello. Nadie me habló de este momento y creo que es importante abordarlo. Para las mamás que elegimos la lactancia exclusiva, debemos estar preparadas para este momento porque nos vamos a encontrar con muy poca ayuda.
inma
Una vez superados los primeros momentos tras el nacimiento, nada fácil, porque a pesar de que se intenta fomentar la práctica de la lactancia materna es un auténtico bombardeo por parte de nuestro entorno escuchar frases como este niño se queda con hambre, quizás tu leche no le alimenta, estás segura que tienes suficiente leche?, frases que no ayudan en absoluto y, a veces sientes la necesidad de tirar la toalla, llega otro momento delicado en el camino de la lactancia materna.
Os cuento que sin hacer locuras yo andaba vigilando mi peso con la ilusión de ir perdiendo gramos cada semana igual que Lucas los iba ganando de manera muy satisfactoria.
Cada sábado me acercaba a la farmacia para pesarlo y, como ya venía siendo costumbre, estaba deseando que llegara el día porque yo engordaba de felicidad viendo los resultados de la semana.
Pero hace unas tres semanas, había algo que me decía que no sería como los sábados anteriores. Efectivamente, así fue. Lucas había cogido tan sólo 80 gramos. En comparación a los cuatrocientos y pico que solía coger cada semana los músculos de mi cara quedaron inmóviles porque mis sospechas se habían corroborado.
Pensé que era culpa mía por vigilar tanto mi peso y por “cuidar mi alimentación” en lugar de atiborrarme de grasas, porque también había quien no paraba de insistirme para que comiera carne y más carne para que no me faltaran proteínas.
A esto se sumó, que las “niñas” de la farmacia, con las que había hecho amistad, empezaron a decirme que ya era hora de meter una ayuda a Lucas, que así yo descansaría más. Me preguntaban si estaba haciendo dieta y me animaban a empezar con el bibi.
No pude contener las lágrimas sin poder hacerme a la idea de que aquélla etapa se iba a terminar y empecé a llorar. Ahora que estaba disfrutando tanto de esos momentos mágicos, ahora que no sentía dolor, que mis pezones no estaban en carne viva y enrojecidos, que sentía tanto placer y calma cuando Lucas pegado a mí succionaba y me miraba, ahora que incluso echábamos carcajadas porque cuando se siente llenito suelta el pezón, me mira, y empieza a reír jugueteando, lo coge y lo suelta sin parar y yo no puedo parar de llorar de la risa…. No podía ser que ya acabara, tan rápido!
Ante mi llanto las “niñas” me consolaban entre bromas: “no es tan grave… no vas a ser tú más madre que nadie”.
lactancias
Y hago un inciso, ni es más madre la quiere alimentar a su bebé mediante lactancia ni la que le pone una tetina de silicona en el minuto uno. Todas somos madres.

Llegué a casa buscando información en internet a la desesperada y voilà!, he aquí la respuesta corroborada por mi amiga Yolanda, mi matrona:
A los 3 meses
En general, se habla de la crisis de los 3 meses describiéndola como un momento en que:
  • El bebé ya no pide pecho tan a menudo, algo que la madre  puede interpretar de diversas formas: no tiene hambre, no quiere comer o la rechaza. 
  • El niño que antes se mostraba encantado de pasar largo rato prendido al pecho hace ahora tomas de escasos minutos.
  • La madre se nota los pechos blandos, lo que atribuye a una producción insuficiente de leche.
  • El bebé hace tomas caóticas, en las que se distrae por cualquier cosa y a menudo rompe a llorar al poco rato de haber empezado a mamar. Sólo parece  mamar bien y tranquilo cuando está dormido.
  • El bebé engorda menos, lo cual es perfectamente normal pero puede reforzar la sensación de que pasa hambre.
  • El bebé se chupa el dedo o la mano entera casi con voracidad, lo que de nuevo puede causar alarma tanto si se interpreta como un signo externo de hambre, como si despierta el temor de que de más mayor “haga la pipa”. Ambos temores son infundados.
  • A menudo, hay una disminución en la frecuencia de las deposiciones del bebé (si hasta entonces hacían caca varias veces al día, pueden pasar a hacer sólo una o incluso pasar varios días sin ir de vientre). Puesto que las deposiciones también suelen interpretarse como medidores de la ingesta de leche, la madre puede interpretar esta menor frecuencia en las deposiciones como señal de una ingesta insuficiente.
A consecuencia de todo lo expuesto, la crisis de los tres meses es a menudo el momento en que se inicia la suplementación con leche artificial y el abandono paulatino de la lactancia materna. La sensación de rechazo y de falta de leche se apodera de la madre, aunque en realidad lo que está ocurriendo es perfectamente superable si se entiende y se maneja de forma adecuada. 
A los tres meses los bebés son expertos en el arte de la succión, y en  una toma de escasos minutos pueden extraer toda la leche que necesitan.
A partir de los tres meses se producen granes cambios en su cerebro; las conexiones neuronales se multiplican a toda velocidad y su inteligencia, cada vez más desarrollada, les abre un mundo de sensaciones. Hasta los tres meses, su sentido de la vista y el oído es limitado, inmaduro y goza de una funcionalidad reducida. A partir de los tres meses, sin embargo, la visión mejora de manera espectacular y empiezan a ver más allá de la cara de su madre, por lo que se distraen por cualquier cosa a la hora de mamar: un cuadro colgado detrás de mamá, alguien que está sentado al lado de ésta, una mosca que pasa volando, el propio rostro de mamá, que el niño mira y a la que sonríe, el momento en que papá entra en la habitación… Y con el sentido del  oído  pasa lo mismo: si alguien entra en la habitación y habla, si la tele hace ruido, si pasa una ambulancia por la calle… la sana curiosidad del niño lo va a impulsar a dejar de mamar para oír qué pasa a su alrededor, y las madres se desesperan  por ese comportamiento irregular y aparentemente displicente: “Mama en 5 minutos o menos, y en ese tiempo se suelta del pecho o se distrae mil veces. Eso si, por la noche mama de fábula y está mucho rato en cada pecho, como antes, sin soltarse ni ponerse a llorar”.
Por si fuera poco, a partir de los tres meses los niños lloran al mamar. No bien empiezan a succionar, se ponen a bramar con desesperación. Esto no hace más que aumentar la angustia de la madre, puesto que se nota los pechos extremadamente blandos, tiene la sensación de que apenas produce leche y es posible que haya dejado de notar las subidas de la leche.
Otra combinación de factores que impulsa a las mujeres a dejar el pecho de forma precoz y no deseada.
La situación tiene una explicación lógica, y por supuesto la madre tiene leche suficiente y la capacidad para fabricar toda la que el niño necesite en un momento dado. Pero el cuerpo materno es muy sabio y modifica el sistema de producción de leche para optimizar el proceso. Ahora la glándula mamaria está preparada para fabricar la leche en el momento que el niño la requiera, y el cuerpo tarda sólo 2,2 minutos en desencadenar el reflejo de eyección y proveer al niño de toda la leche que le hace falta.
Lo cierto, sin embargo, es que los niños suelen mostrarse molestos con este cambio. Estaban acostumbrados a encontrar la cantidad de leche que ellos querían nada más ponerse al pecho, pero ahora tienen que succionar, esperar unos minutos  y volver a mamar.
He aquí un símil que puede ayudar a entender el proceso: hasta el momento de la crisis, los niños comían en un buffet con servicio las 24 horas, y nada más sentarse a la mesa ya tenían la comida ante sí. Cuando empieza la crisis, el restaurarte mediocre se transforma en uno de lujo, hay que esperar al camarero, hay que leer el menú  y esperar a ser servido, lo que se traduce en 2,2 minutos de espera, que les sienta muy mal durante el mes y poco que tardan en aprender que toca esperar 2 minutos para comer. La cantidad  de leche que toman es exactamente la que necesitan, no hay problemas de falta de leche.
Todos los factores que intervienen en la crisis de los tres meses la hacen muy compleja, y si no se conocen los mecanismos por los que se produce, el resultado es un abandono precoz de la lactancia con la sensación equivocada de falta de leche o de rechazo por parte del bebé.
Consejos para superar las crisis:
  • Jamás, bajo ningún concepto, hay que forzar a un niño a mamar ni insistir demasiado para que tome el pecho, puesto que el resultado puede ser justamente el contrario y provocar un rechazo real donde hasta entonces no existía más que una crisis pasajera.
  • Cuando un niño está en plena crisis, puede resultar muy útil darle el pecho en penumbra y en silencio, puesto que cuantos menos estímulos externos haya, más tranquila será la toma. 
  • No esperar a que el niño llore para ponérselo el pecho, pues es posible que para entonces su ansiedad se traduzca en desesperación. 
  • Paciencia, mucha paciencia. Tal como ha llegado, la crisis se irá.
Con ello os digo, que guardéis la calma y no os agobiéis. Que no os dejéis influir por las primeros consejos aún viniendo de fuentes “supuestamente” fiables.
Si realmente queréis continuar con ello, podéis hacerlo.
Y con respecto a mi farmacia, mañana hablaré de ello, porque acabo de tomar una decisión.

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Beneficios del no fumar / dejar de fumar

Buenos días!!
Ya en mi post anterior comenté que dedicaría un post a hablar de los beneficios que nos aporta no fumar.



Yo he sido fumadora, desde la adolescencia. Ya hace tres años y medio que no fumo. Dejar de fumar es un reto complicado, pero cientos de personas lo están consiguiendo. Yo lo hice. Sólo hay que querer y ser muy conscientes del daño que nos hacemos a nosotros y a los que nos rodean. Pedir ayuda si es necesario. Ahora existen multitud de programas de ayuda. A nuestro médico de familia se lo podemos pedir y es cercano a nosotros.
En un principio, se pensó que "fumar involuntariamente" causaba sobre todo efectos leves como irritación en los ojos. Sin embargo, hoy día se sabe que los fumadores pasivos presentan, con mayor frecuencia que los que no lo son, alteraciones respiratorias, cardiacas, otorrinolaringológicas e incluso cáncer de pulmón. 
Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco. Según la OMS, alrededor de 250 millones de los niños que están vivos en el mundo hoy morirán por causa del tabaco.
¿Qué riesgos tiene el fumador pasivo?
Se ha estimado que el tabaquismo pasivo mata decenas de miles de adultos no fumadores en la Unión Europea cada año. (aecc.es)
Optemos por un hogar y un mundo libre de humos.
Si pensamos en nuestros pequeños, aún lo tendremos más fácil.


Cómo mantener una espalda sana

Desde hace unos días llevo padeciendo un dolor de espalda debido a una contractura muscular. Ya desde pequeña arrastro una pequeña desviación en mi columna, algo muy común por la que muchas personas nos vemos afectadas y, no pocas veces, he padecido lumbalgias que me han impedido continuar con mi vida normal.
Durante nuestro embarazo y con nuestros bebés debemos cuidar al máximo nuestras posturas y no está de más repasar algunos consejos que nos ayuden a cuidar la salud de nuestra espalda y evitar malos ratos:
- Si ya tenemos dolor de espalda, evitar el reposo prolongado porque favorece la debilidad y atrofia muscular. Es suficiente un reposo relativo las primeras 48 horas y después retomar progresivamente la actividad habitual, evitando las situaciones de riesgo para la espalda.
- No adoptar posturas inadecuadas para la columna. Intentar mantener, siempre que sea posible, las curvaturas fisiológicas de la misma, independientemente de la postura o gesto que tenga que realizar.


- Cuando vayamos a permanecer mucho tiempo de pie, colocar uno de los pies más adelantado y/o elevado.
- No inclinar el tronco hacia delante sin doblar las rodillas.
- Levantar los pesos con la fuerza de sus piernas y no con la espalda. Si la carga que tenemos que levantar es excesiva o voluminosa, pedir ayuda.
- Utilizar un colchón de dureza intermedia e intentar dormir boca arriba o de lado con las rodillas flexionadas.
- Sentarnos de forma correcta, con la espalda bien pegada al respaldo, los pies apoyados en el suelo y con un buen apoyo en la zona lumbar.



- El exceso de peso influye negativamente en la espalda, en especial en la región inferior de la columna. Es fundamental mantener un peso adecuado para evitar sobrecargar la región lumbar.
- Intentar dejar de fumar. Los fumadores son más propensos a desarrollar dolor de espalda por los efectos perjudiciales que provoca la nicotina sobre la circulación sanguínea.
- Practicar relajación. La tensión excesiva, el estrés y los problemas emocionales tienen mucho que ver con la presencia y prolongación excesiva en el tiempo del dolor de espalda. Estas situaciones favorecen que la musculatura de la espalda se contraiga, se tense y se vuelva dolorosa.
En mi próximo post os hablo de los efectos perjudiciales del tabaco para nosotros y nuestros pequeños.
Feliz jueves!
Fuente fotos: paritarios.cl / championchip.cat