Este es el pensamiento que a menudo ronda mi mente y en el que me he entretenido a fondo durante días para ser capaz de plasmar ahora la interpretación que quería darle.
A medida que he ido leyendo sobre la feminidad más me iba complicando. Hubiera tenido que escribir un libro y no un post. Un post no me dá para todo lo que la palabra "feminidad" abarca.
Es extenso y poderoso y voy a dedicar mis próximas lecturas a ello en todo su esplendor porque me resulta apasionante.
Feminidad y espíritu, feminidad y mente, feminidad poderosa, inteligencia y feminidad, el poder de la feminidad, feminidad y delicadeza, feminidad y fuerza, feminidad y dignidad, independencia y feminidad, feminidad y sexo, feminidad y elección...
Pero no puedo abarcarlo todo en un post. Así que, me decido y me centro en la relación que existe entre feminidad y maternidad, que en cualquier caso, es el mundo por el que este blog navega.
Irremediablemente la feminidad vá de la mano de nuestra sexualidad y nuestro corazón, además de nuestra parte izquierda, que desarrolla tantísimos atributos naturales e innatos en una mujer sin necesidad de ser aprendidos.
Llego a la conclusión, que para lograr vivir una maternidad plena en esencia y respirarla y sentirla a través de todos los poros de nuestra piel debemos dar rienda suelta y vivir con libertad nuestra feminidad, logrando un desarrollo emocional sano.
La educación que hemos recibido y la que damos a nuestros hijos tienen mucho que ver y repercute directamente en nuestra forma de gozar de nuestra feminidad y maternidad. Ojo, educación a nuestros hijos en general, niños y niñas.
También quiero dedicar un post a la paternidad pero aquí sólo haré referencia a un pensamiento y es que, la paternidad, será plenamente vivida si la feminidad y maternidad alcanzan su punto óptimo.
Así tal cual y en armonía.
Desde la infancia, con naturalidad, intentemos no tratar como un tema tabú, con vergüenza o como un secreto nuestra sexualidad. Dejemos que crezcan conociendo lo bueno que la sexualidad aporta a la mujer, física y emocionalmente.
Qué conlleva la llegada de la menstruación a nuestras vidas. No lo silenciemos y dejemos disfrutar de su llegada con el máximo apoyo y cariño. Lo que la llegada de este momento merece.
La llegada de la menstruación indica el comienzo de la capacidad de procreación. Y lejos de olvidarnos de ello, merece una celebración y es un motivo de alegría. Aceptarlo sin negatividad será el primer paso para desarrollar totalmente nuestra sexualidad, disfrutando de ella y fortaleciendo, al mismo paso, nuestra vinculación afectiva y emocional cuando decidamos ser madre, conscientes de que todo ello está unido y conectado y no funciona de manera independiente.
Firmemente creo que la feminidad está además inmersa en nuestros corazones y que hombres y mujeres lo llevamos dentro en diferentes medidas. Dando el lugar y el trato con el que tan maravilloso poder debe ser premiado, entre todos contribuiremos al alcance de nuestra unión y completo entendimiento en paz.
me gusto mucho nadie podria describirlo mejor y me haces pensar diferente en cuanto a la menstruacion es cierto lo que dices es como decir hay que ver el visto bueno de todo disfrutar el momento y dejar que todo tome su curso y gracias por la definicion de paternidad lo defines bien a pesar de ser madre soltera te admiro le tengo pabor no estaria segura de hacerlo pero se que me tocara
ResponderEliminarAlexandra, qué bonitas palabras. Puedes, solo tienes que creerlo. Gracias y besos!
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