Cuando pasar al bebé a dormir a su propia habitación. Lucas duerme solito

Este fin de semana ha sido un fin de semana muy señalado. Me rondaba en la cabeza la idea de pasar a Lucas a dormir a su propia habitación pero no me había fijado aún una fecha.




Gonzalo pasó a dormir a su habitación a los dos meses y medio. Fue un bebé muy dormilón y desde su nacimiento dormía la noche completa. Me planteé que nuestros movimientos en la noche ó por las mañanas, despertador para ir a trabajar, entrar y salir de la habitación para ir al baño, coger ropa, podían interrumpir su sueño. Y todo fué muy bien siempre. Con una vigilancia cercana y teniendo a mano los dispositivos adecuados para escuchar o ver cualquier movimiento logré estar tranquila.

Un ejemplo de los que podemos utilizar que os recomiendo es el Sweet Dreams Prima Vigilanza de Imaginarium. Podéis verlo e incluso adquirirlo pinchando aquí

El caso de Lucas es diferente. Lucas siempre ha dormido muy bien pero se ha despertado cada dos horas y pico para tomar el pecho durante los seis primeros meses en que se alimentaba exclusivamente de leche materna. La alimentación de Gonzalo era mixta desde muy temprano.

Lucas empezó a dormir más horas hace alrededor de un mes. Noches sueltas. Su sueño se alargaba.

Empecé a informarme sobre cual sería el mejor momento para cambiarlo a su habitación y hablé con amigas sobre ello. Muchos artículos coinciden en que el período comprendido entre los seis y los ocho meses es el mejor. Aún la separación no es traumática y dolorosa. Cuando el bebé es plenamente consciente de esta separación será complicado y el sufrimiento mayor.

La separación ha resultado ser más costosa para mí. He sentido mi habitación vacía y extraña sin tenerlo a mi lado y la tristeza ocupó su tiempo también.

Ya está superado.

Me encanta tenerlos en mi cama. Con Gonzalo se convertía en una noche especial que disfrutábamos mucho. Pero me gusta también que reconozcan su propio espacio.

Y me decidí. La sorpresa fué que la primera noche Lucas durmió 12 horas seguidas!!! Lo que corroboró que mi respiración, mis movimientos, le pueden llegar a desvelar.

La segunda noche Lucas durmió 10 horas! Estaba despierta cuando a las 6 de la mañana él se despertó. Y lejos de llorar, lo escuchaba parlotear y juguetear en la oscuridad. No tenía miedo. Esto me hizo sentir muy bien.

Como con todo, cada papá y cada mamá tenemos nuestras preferencias y decidimos sobre el tipo de educación que queremos para nuestros hijos. Esta es solo mi experiencia que me gusta compartir.

Los importante es que tanto bebés como nosotros estemos felices y a gusto.