Primer viaje en solitario. La independencia en adolescentes, hasta dónde?

La incertidumbre que lleva más tiempo en el pensamientos de los padres de hijos adolescentes. ¿Hasta dónde?

En este período tan dulce con trabajoso el diálogo y la comunicación son más importantes que nunca.

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Nuestros hijos ya no son niños dependientes y a la vez tenemos la sensación de que no tienen la suficiente experiencia para ver venir los peligros y adelantarse a los acontecimientos.

Nuestro instinto de protección nos lleva a querer abarcar mucho más de lo que podemos ó ellos nos dejan y se pueden dar los primeros conflictos entre padres e hijos.

Crecer y desarrollarse en libertad es emocionalmente saludable pero ¿dónde están los límites?

Creo que no se puede aplicar la misma regla a todos por igual. Cada adolescente es diferente.

Las demandas de los adolescentes no llegan de repente, sino poco a poco. Desde el principio vemos como responden a situaciones diferentes, como es el trato con los amigos, con los profesores y compañeros, en casa con los hermanos y con nosotros mismos.

Esto nos deja ir formando una idea de cuanta confianza podéis ir depositando en ellos. Si hemos empezado con pequeñas cosas y ellos han respondido con respeto y obediencia, debemos ir aumentando su campo de decisión y espacio propio.

Un ejemplo es la hora de recogida. Es uno de los problemas que temprano empiezan a causar desacuerdos entre padres e hijos. Teniendo en cuenta todo lo anterior, más nuestra propia forma de ser y lo temerosos que seamos, es importante negociar con ellos hasta llegar a un consenso y es importante que las dos partes respetemos tal acuerdo. Si esto se viene produciendo con facilidad tendremos motivos para confiar aún más en ellos.

En mi caso, Gonzalo ha respetado puntualmente la hora de llegar a casa durante años. Ha sido distinta por etapas. No siempre ha estado contento con ello pero distingue a la perfección cuales son los límites marcados.

Hasta el momento me demuestra que es responsable en sus decisiones y fuerte ante las mareas que le rodean.

A veces tiene ganas de hablar, otras veces no. Pero cuando las ganas están es cuando hay que aprovechar. Yo siempre tengo ganas de hablar así que no tengo problemas al respecto.

En mes y medio cumple 17 años! Cómo han cambiado nuestras conversaciones... En realidad hablamos de lo que él quiere ó consiente.

Por primera vez viajará sólo en compañía de un amigo. Será su regalo de cumpleaños. Me ha escuchado y sabe que es un premio a la gran confianza que tengo depositada en él y a verlo muy capaz de resolver y valerse por sí mismo.

Aún así, yo tengo mi cometido. Decidimos juntos cual será el mejor medio de transporte para desplazarse, los horarios de ida y vuelta, dónde se alojará, cuanto dinero llevará encima y como lo administrará... La idea era que se alojara en un hotel pero la ley no permite que menores de edad tengan reservas a su nombre sin la compañía de un adulto. Ampararme en la ley me libra de la responsabilidad de ser culpable de no poder alojarse de forma independiente. Pero yo he barajado la posibilidad con él sin darle un no por respuesta, tan sólo razonando y viendo juntos que tras el intento ha sido imposible.
En su destino habrá una persona de confianza, dónde se alojarán y pasarán noche y aunque durante el día tendrán total libertad de movimientos, podrán acudir a ellos en caso de emergencia o necesidad porque lo tendrán cerca.
Y antes de realizar el viaje, él mismo por petición mía me facilita el teléfono del padre de su acompañante, un amigo que ya conozco y que ha dormido en casa. Tenemos una conversación telefónica delante de ellos, nos conocemos en persona y tomamos un café en presencia de ellos en los que intercambiamos nuestras impresiones y todos participamos organizando este excitante plan.

Y ya está casi todo amarrado. El primer viaje de su vida está en marcha!!! Mi niño se hizo mayor hace tiempo