A pesar de ser mi segundo embarazo, ya en alguna ocasión pude decir lo único e irrepetible que es en cuanto a hace 16 años.
No he repetido síntomas ni sensaciones. Cada uno ha llevado consigo un sello especial. El tema de este post me ha llevado a asombrarme una vez más.
No había leído sobre ello y no lo había tenido en cuenta.
Después de ducharme he visto que mis pezones estaban cubiertos de restos secos, amarillentos, una capa gruesa. Pensé en la sequedad de mi piel durante todo el embarazo y creí que se trabaja de piel, escamas... Con la toalla suave, empecé a rozarlo y una capa amarillenta, ya seca, se empezó a levantar dejando de nuevo la zona limpia.
No he podido creerlo. Mis pechos se están preparando y segregan ya la primera sustancia. El momento se acerca y esto me produce una inmensa alegría. Es el alimento de mi bebé.
Para evitar manchar la ropa ya podemos tener a mano los discos absorventes que utilizaremos durante el tiempo que amamantaremos a nuestro bebé aunque la cantidad puede ser tan pequeña que también es posible que no sea necesario usarlos aún.
Fuente: Wikipedia
Precalostro. Antes de hablar del calostro previamente hay que saber que existe el precalostro que se forma durante el tercer trimestre de gestación, los pechos empiezan a secretar un líquido que se encuentra formado por plasma, sodio, cloro, inmunoglobulinas, lactoferrina, seroalbúmina y una ínfima cantidad de lactosa. Este líquido se llama Precalostro y avisa que los pechos están preparándose para amamantar al nuevo bebé.