Beneficios de la piscina para bebés y niños

Esta semana hemos llevado a cabo uno de mis objetivos y deseos para Lucas y para mí.





Tuve intención de hacerlo a partir de sus tres meses pero lo ví tan pequeño y hacía tanto frío que decidí que esperar sería lo mejor.

El pasado martes Lucas y yo empezamos nuestras clases en la piscina.

Aprovecho para recordaros el post que hablaba de los beneficios de la piscina en el embarazo. Fue un placer para mí disfrutar de este beneficio durante una parte del embarazo. Lo podéis leer aquí

La natación para bebés no está enfocada a que aprenda a nadar o los diferentes estilos, mariposa, espalda, jaja, nada más lejos de eso.

Lucas y yo hemos disfrutado esta semana tanto como me imaginaba. Estar en la piscina con él nos ha proporcionado una hora de relajación, de paz, de contacto físico, piel con piel sin esfuerzo físico y sin soportar el peso de los kilos que vá ganando, caricias, paseos en sintonía.

Una actividad que nos ha proporcionado de nuevo placeres muy beneficiosos para nuestra mente y nuestro cuerpo.

Antes de inscribirnos estuve informándome en varios centros deportivos.

Para empezar esta actividad, yo recomiendo bañarnos con nuestros bebés. Había centros que ofertaban media hora, otros una hora, algunos no admitían el baño del adulto con el bebé, se limitan al desarrollo psicomotriz del bebé y los aspectos físicos.

Pero os puedo asegurar, que participar de esta actividad con ellos aporta muchos más beneficios a nuestros bebés y a nosotros mismos. El aspecto emocional de nuestros bebés y nuestro se puede ver gratamente premiados.

Estoy muy contenta de haber iniciado esta actividad. Lucas y yo vamos dos veces en semana y estamos paseando y jugando en el agua 1 hora por cada vez.



Después de contaros nuestra experiencia os enumero algunos de los benerficios de la piscina para bebés:


  • Una forma más de hacer amigos. El resto de bebés y papás o mamás que están en la piscina están tan felices y animados como nosotros a entablar conversaciones y compartir experiencias. Aprovechamos estos momentos para las relaciones sociales con nuestros bebés. Irán aprendiendo a relacionarse y hacer amigos con facilidad copiando nuestro ejemplo.
  • El ejercicio es muy importante en nuestras vidas. Ayudamos a nuestros bebés a incluír en sus vidas desde bien temprano un ejercicio periódico y a la vez también aprovechamos nosotros. Mientras paseo a Lucas por la piscina y disfrutamos de su actividad aprovecho para hacer ejercicios de piernas que a la vez me están sirviendo como si de mi propia clase se tratara. Y nos estamos divirtiendo además con ellos. ¿Qué más podemos pedir?
  • La sensación de libertad que nuestros bebés experimentan dentro del agua hace que ejerciten músculos que con la gravedad de la tierra ni siquiera pondrían en marcha.
  • El contacto piel con piel, la estimulación de todas las fibras nerviosas, reafirma la conexión entre los dos. Son momentos mágicos.
  • Poco a poco aprenden a controlar su respiración y a salir a flote a la superficie en caso de accidente. La seguridad que establecemos es inmensa.
Y por último, tener en cuenta la temperatura del agua y el ambiente. No forzar al bebé si se encuentra demasiado cansado y dá muestras de no estar disfrutando. Tomarnos nuestros tiempo si es necesario. Se trata de un espacio de relajación, estimulación y diversión. 

Encontrar pañales para el baño de nuestros bebés es muy fácil. Cualquier comercio vende paquetes de pañales y los de marca blanca son bonitos, buenos y baratos. 

Os aviso que aunque en el paquete leamos que no son reutilizables, sí que lo son. Gracias a mi amiga Carmen que me avisó. Si el bebé no se ha hecho caca. se enjuagan y se dejan secar hasta que veamos que están desgastados. Un pañal se puede utilizar durante muchas clases.

Si os animáis a ello, espero que disfrutéis mucho. Tanto como nosotros!


Ah! y una anécdota que se me olvidaba contaros.
Ayer, en los vestuarios, cuando terminó la clase, una de las mamás intentaba vestir a su bebé de 11 meses, tumbada sobre sus piernas, a la misma vez que la tenía enganchada al pecho, lactando y sin parar de moverse.
Ya no doy el pecho a Lucas, seis meses y medio felicísimos. Y continúo feliz de mi decisión ahora. Pero me produjo tanta satisfacción tener esa imagen frente a mí. Lucas y yo salimos radiantes de nuestras clases de natación. Nuestros sentidos estaban a mil. Y cayó dormido al sol en el carrito en nuestro paseo a casa. Y yo casi me dormía andando con tan bonitas sensaciones revoloteando por mi cuerpo.




8 comentarios:

  1. Cuanto me alegro que lo pasarais tan bien! Ya ves que hasta a mi me han entrado ganas de ir jajajaj y eso que me gusta más bien poco el tema de la piscina si no es a 40º a la sombra...
    De todas formas, me lo plantearé para cuando nazca el bebé!
    Besos.

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  2. ��q Rico he Pensado en llevar a mi baby Jeff.

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  3. Qué chulada!!! me encanta la natación con los enanos y a ellos más!!!!!!!
    Y lo de los pañales, te lo iba a decir. Con mi primera hija yo siempre los cambiaba... un día dejé uno secando (sin querer) y me di cuenta de que se pueden reutilizar!!!!!
    Un besazo y que sigáis disfrutando sin parar!!!!!! :)

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    1. Maribel, menos mal que me lo avisaron a tiempo antes de gastar unos cuantos. Gracias preciosa!

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  4. que chulo yo quiero intentarlo pero no tengo bañera en casa y me dicen que es mejor que estemos ambos desnudos y me da cosa creo que es mejor yo en traje de baño al menos que crees amiga

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  5. Lo mejor es que tú te encuentres cómoda con ello y ambos disfrutéis Alexandra. Besos! Gracias por comentar!

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