Por la boca se come.... Los 13 meses de Lucas

Me vas a matar de un susto.... 

Son las palabras que se han establecido en mi mente de forma estable y las que salen de mi boca de vez en cuando acompañadas por un respingo del estómago.


Así están siendo los 13 meses de Lucas.

Atrevido y aventurero a la vez de risueño y bromista (le gusta engañar).

En este tiempo las medidas de seguridad en el hogar han aumentado. A Lucas le atrae como un imán mirar a través de la ventana y descubrir mirar al exterior. Esto hizo que me alertara la posibilidad de que alcanzara las ventanas y me decidí a poner rejas que evitaran un posible accidente. Así que, sumo esta medida a la entrada que escribí sobre medidas de seguridad en un hogar con niños y que podéis recordar aquí

Lucas ha empezado a querer decir y hablar con sentido. Ya no grita sin ton ni son, sino que me mira a los ojos y me dice con sus pausas correspondientes entre letra y letra a-a-o-u-a-a. Y cuando asiento y corroboro ante él que lleva razón, se ríe satisfecho de mi respuesta. Su capacidad de comunicación se desarrolla a un ritmo vertiginoso así como su capacidad de comprensión.

Empieza a distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Bueno, he dicho empieza, pero más bien creo que lo sabe perfectamente  !  Cuando se vá acercando a algún objeto que conoce de antemano que no quiero que toque lo hace despacio y mirándome a la espera de que me dé cuenta y le llame la atención, a lo que reacciona riéndose o corriendo. Busca el juego mediante la provocación. 

Empezó a caminar justo cuando cumplió el año. Ahora, un mes después, cuando cae al suelo no necesita buscar apoyo para levantarse. Ya lo hace solo guardando el equilibrio sin soporte.

Hasta los 13 meses Lucas mantenía cuatro dientes arriba y tres abajo. En este mes han aparecido cuatro muelas y el cuarto diente abajo !!! Puedo asegurar que es fuerte como un roble porque a pesar de andar con la lengua fuera durante el día a causa del dolor no me ha dado una mala noche por ello. 

Trepa y escala. Parece que esto supone una motivación para él. se sube a las sillas o al sofá para alcanzar el interruptor y encender y apagar las luces. Una vez arriba, nota la flexibilidad de los sientos y salta como si estuviera en una cama elástica. Pero aún no sabe bajarse solo y de ahí mi estado de nerviosismo imaginándomelo caer de cabeza al suelo, algo que afortunadamente aún no ha ocurrido.

Y hoy, por primera vez, Lucas ha cogido un trozo de pan y me ha dado de comer. Me lo ha llevado a la boca y esto me ha emocionado. Lucas se ha dado cuenta y es consciente de que también los demás tenemos boca y su gesto de ofrecimiento completan la acción.

Que más os puedo contar... Inmersa en esta bella aventura




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