Por primera vez, leéme un cuento mamá

Ha sido mágico.

Puntualmente Lucas está durmiendo en su cuna.

Hoy jugó por la tarde, visitamos a los abuelos, descubrió los truenos antes de una tormenta, descubrió que le daban miedo y corría hacia mí, jugó en el baño, puso ordenadamente los botes de champú, sus juguetes de agua, la esponja sobre la rejilla, antes de salir de la bañera. Cogió de nuevo su inseparable conejito, se sentó a cenar en la cocina, seguía jugando, y supe que estaba preparado.

No lo puse en práctica con mi mayor cuando era pequeño. Y es un gran lector. En primero de primaria le dieron un premio por ser el alumno del colegio que más libros había sacado de la biblioteca, incluyendo primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional. Pero nunca leímos antes de dormir. Quizás por cansancio, era lo más probable, no elegíamos nunca ese momento, porque el tiempo que nos quedaba era para ducharnos, cenar, contarnos  nuestro día en el cole, en el trabajo, y descansar.

Pero aún trabajo en jornada intensiva y qué importante es contar con un tiempo sin carreras, sin prisas, en el que te puedas detener, de calidad.

Así ha sido justo hoy.

Y entonces, durante el postre, le he preguntado: "quieres que leamos un libro?". Y ha dado un brinco de la silla:
" shi!". Porque Lucas no habla pero lo entiende todo.

Lo he cogido en brazos, con su olor a suave, tierno como están después de su baño nocturno. Hemos empezado con su ritual desde hace 25 meses, Mozart empieza a sonar, pero antes de decir: "cuánto te quiere mamá?", y alzar las manos al cielo y contestar: " infinito! ", nos hemos sentado en el sillón junto  a la cuna. Que bien que aún no lo saqué de la habitación. Creo que estará muchos años más.

Hemos visto como la tortuguita, el elefante, la jirafa, el león, el zorro, la cebra, el mono, querían alcanzar la luna, sin éxito. Le encanta este libro. Lo vemos desde Junio y cada día buscamos la luna en el cielo. Se lo regalé por su cumpleaños junto a otros.

Esta mañana, tumbado en su carrito camino de la guardería la vio y gritó:
" una!!"

Pues cuando el ratoncito ha llegado a ayudar a los demás, hemos empezado a hablar bajito, susurrando, porque el ratoncito ha logrado alcanzar la luna y cada uno de ellos la ha podido probar y les ha entrado mucho cansancio hasta caer rendidos en un dulce sueño, "como Lucas", decíamos, " Uca".

Entonces nos hemos levantado y hemos continuado con nuestro ritual diario: "cuánto quiere mamá a Lucas?", y alzando los brazos: " infinito!!!".

Lucas se ha abrazado a su conejito con la pipa en la boca, hacia un lado, y no ha querido mirarme más.

"Te quiero cariño" , cuatro o cinco veces.

Mágico, ha sido mágico.

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4 comentarios:

  1. Qué bonito! Yo estoy deseando leerle cuentos a mi peque y que le gusten tanto.
    Besos!

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    1. A ellos le encanta descubrir. Y tendrá su favorito Alicia, como con los juguetes :).

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  2. Que bonito Inma!! A nacho le encantan los cuentos desde muy pequeño y siempre leemos uno o dos antes de dormir y bruno ya empieza a cogerlos y a darmelos para que se los lea pero aun no lo hemos incorporado a su rutina de antes de dormir, aunque seguro que dentro de unos meses ya lo hacemos.
    Un beso!

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    1. María, dentro de nada los haces con los dos, que pasada!!! Me encanta. Un abrazo fuertísimo!!

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