Cómo enseñar a obedecer. El día de la máxima exploración.

El arbolito desde pequeñito.


No se me olvidará esta frase porque no puedo recordar la cantidad de veces que lo he escuchado a lo largo de la vida.

Hoy hemos tenido un día muy complicado. Yo lo llamaría el día de la máxima exploración.

He leído que cuando un bebé quiere tocar algo hasta dejarlo caer y romperlo, no es que quiera ponerte de los nervios, es que quiere saber qué es lo que ocurre cuando lo toca o lo empuja o incluso lo golpea. Está explorando.

Bien, Lucas hoy ha querido explorar y saber qué ocurre cuando escala y se sube a la mesa de su habitación de juegos y atrae la pequeña tele hacia él hasta dejarla caer. ha querido explorar y saber qué ocurre cuando se sube al sofá de su cuarto de juegos y se dispone a querer arrancar el tronco del árbol de cartulina con el que mamá decoró la pared, ha querido explorar varias veces en este día y saber qué ocurre cuando se aúpa enganchado a la mesa del televisor para poder coger el mismo, también varias veces ha querido explorar y saber qué ocurre cuando se aúpa y se engancha a la mesa central del salón para empujar el jarrón, las calabazas que adornan la mesa y, sobre todo, ha querido explorar y saber qué ocurre cuando después de cada intento en el que mamá le llama la atención, él la desafía, que no es desafío, porque con esta edad solo quieren explorar, y le protesta además de querer darle con su pequeña manita para que se aparte y que no le impida seguir con su exploración.

En este día de máxima exploración, mamá tiene mal cuerpo, los dos atravesamos un catarro, la garganta nos duele, estornudamos y tosemos y está lloviendo y no hemos salido a pasear.

Me pregunto por qué no me he unido a explorar con él. Me hubiera resultado más divertido.

Llegada la noche los ánimos llegaban a su límite de paciencia y ya me entraban ganas de devolver el manotazo y lanzar algún que otro grito.

Hasta que estando los  dos en el sofá, mamá eligió un momento de exploración para buscar en su móvil cómo enseñar a obedecer a un bebé de 14 meses, Lucas luchaba sobre mí intentando alcanzar el móvil, mamá se lo negaba y empezaba a perder composturas y Lucas empezó a llorar y con sus primeras lágrimas cogió con sus dos manitas la cara de mamá y la puso frente a la suya. En ese momento leí su mirada. Frente a frente sus ojos me decían que me necesitaba y que quería tenerme con él.

Me dí cuenta que hacía rato que Lucas había dejado de explorar y había empezado a pedirme atención, con razón de más hoy, porque yo me he sentido enferma y no me he comportado como habitualmente con él.

Reaccioné de inmediato y preparé un baño caliente y rodeado de sus juguetes, de las manos de mamá, del jabón, y cerrando y abriendo el grifo a su antojo, explorando, los dos nos relajamos, reímos, nos besamos y nos abrazamos entre "ays".

Quisiera encontrar el modo de no perder un día entero y de darme cuenta mucho antes de que debía haber cambiado de estrategia para no tener la sensación de haberlo perdido y haber aprovechado sólo la última hora.

Y recordando de nuevo que un bebé de 14 meses no tiene nunca la intención de estresar sino de explorar me hago el propósito de tenerlo muy en cuenta, de descansar lo suficiente, soñar con esta última hora maravillosa y despertar en mejor estado teniendo presente el artículo que más me ha gustado de todo lo que he encontrado y que os dejo para que podáis leerlo, no sin preguntarme a mí misma "HASTA QUE EDAD ESTÁN EXPLORANDO LOS BEBÉS......". Continuará....

http://espanol.babycenter.com/a5700149/estrategias-de-disciplina-por-edad