La empatía en los niños de dos años

Titanic fue la clave
Acabo de experimentar con un preciosa vivencia entre Lucas y yo, cuándo y cómo los niños sienten empatía.

Ya había leído que de los dos a los tres años los niños empiezan a darse cuenta que hay algo más además de ellos mismos, que también existimos los demás y que sentimos.

Más de la mitad de la siesta de Lucas estuve tranquila en el salón viendo Titanic. Cuando se despertó de la siesta se sentó a mi lado en el sofá, acurrucados los dos con nuestras mantita en las piernas tal y como hacemos a diario.

Al final de la película, cuando Rose fallece ya anciana e inmediatamente después tiene una entrada triunfal en la otra vida, en el barco dónde dejó a tantas personas y al amor de su vida, que ahora la esperaba caballeroso y le daba la bienvenida, me hizo recordar como me imaginaba a mamá llegando al otro mundo, feliz como ella se fue, y con una comitiva de bienvenida radiantes por su llegada. Así me lo imaginaba yo y así lo esperaba ella misma antes de marcharse.

Inevitablemente me puse a llorar. Y quien no llora con Titanic!

Entonces Lucas se puso de rodillas mirándome y me preguntó, "ele mamá?" (duele mamá?), sí cariño, me duele, "oma eito" (coma el conejito).

Su conejito es incompartible, como ya podéis imaginar y os conté en la entrada que hablaba de lo que representaban los objetos de apego para los niños


http://cositasdelucas.blogspot.com/2015/08/best-friend.html

Pero él sabe que es su consuelo y, si era su consuelo, imaginó que podría ser el mío.

Cogí su conejito y lo abracé y Lucas me dió un abrazo y besitos y me repetía, "iupe mamá, iupe" (no te preocupes mámá, no te preocupes) Y esto, viniendo de él, que me dá pellizquitos en miniatura, de esos que sabe a la perfección que duelen, cuando se enfada, sin importarle si siento o no dolor, fue........... indescriptible. Sin contar con el hecho de que desconocía que conocía este vocabulario.

Lucas me ha hecho el regalo de comprenderme y empatizar conmigo en momentos tan personales. Lo hizo bonito, convirtió la tristeza en ternura.

Es un fantástico momento para fomentar la empatía. Ojo! No nos vamos a poner a llorar a diario delante de ellos pero soy partidaria de no ocultar los sentimientos, dentro de unos límites normales, a los niños y alimentar así la unidad, alegres y tristes, estos últimos, a ser posible, en minoría ;)

Fuente foto: Internet


Hay muchas maneras de fomentar la empatía en los niños. Os dejo el siguiente artículo que he leído y me ha gustado mucho.

 http://www.hacerfamilia.com/ninos/noticia-actividades-desarrollar-empatia-ninos-20150610131311.html


Y mi corazón celebrando contigo este día.

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