¿Queremos niños competitivos o niños rivales?

¿Hacia dónde empujamos a nuestros hijos?

Esta mañana iba conduciendo intentando dar forma a las últimas vivencias junto a Lucas y nuestras relaciones con los demás.

¿Queremos que salgan al campo de batalla cada tarde o queremos que interactúen con los demás y como resultado sepan como superarse a sí mismo intentando ser los mejores en aquéllo que se propongan de una manera limpia?

Para ser honesta, no he encontrado en mi búsqueda de información ninguna que me aclare que hay una diferencia entre un competidor y un rival. Sin embargo, en mi foro interno, yo la siento así.

Mi percepción personal es que un rival lucha contra otro para conseguir sus objetivos, comparándose e intentando quedar bien y por encima de cualquier manera, incluso a costa de que la otra parte quede mal o por debajo. A un competidor, en cambio, lo veo como a aquél que intenta superarse a sí mismo, que tiene como referencia un punto concreto y se propone superarse a sí mismo, ofrecer lo mejor que tiene en comparación con los demás, pero no implica un daño intencionado.

Dicho esto, me estoy encontrando con todo tipo de situaciones en nuestras tardes de convivencia en el club chapoteando en la piscina infantil cargada de niños de 0 a 4 años.

Fuente: Internet, imagen sin derecho de autor


Situaciones que se pueden dar en cualquier entorno.

Fuente: Internet, imagen sin derecho de autor


Por un lado, estamos los adultos que animamos a nuestros hijos a no prestar atención si surge algún conflicto, a intentar solucionarlo y no dar demasiada importancia si el de al lado está salpicando más de la cuenta o dando un salto se ha caído encima de otro. Entonces, confiando que los demás adultos colaboren en desenredar el nudo y animen al artífice del daño a jugar teniendo en cuenta a los demás, utilizamos la frase:

"No pasa nada cariño, estáis jugando, ha sido sin querer".

Por otro lado, estamos los adultos que ante los mismos casos cogemos a nuestros hijos apartándolos de la situación para que se centre en el asunto sin distracción, sin contar con la posible actuación de la otra parte, otorgando un papel amonestador y delante de todos utilizan la frase:

"Te ha gustado lo que tu amigo te ha hecho? no, verdad? pues entonces díselo. Dile que eso que te ha hecho no te gusta y está mal".

Tratándose de niños de 0 a 4 años, ¿cuál es tu postura ante estas situaciones?¿Debemos intervenir siempre en la solución de sus conflictos?

Bonita reflexión para un miércoles

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