Qué educación elegir

Quizás resulte una pregunta extraña. No lo es para mí. Cada día me replanteo qué camino elegir ante multitud de decisiones.

Pienso que la educación que le damos a nuestros hijos no es un apéndice de la que nosotros hemos recibido.

Fuente foto: Internet
Por supuesto, existen muchos condicionantes en nosotros debido a la educación que nuestros padres nos dieron y la educación que nuestros abuelos le dieron a ellos que inevitablemente repercuten en la que nosotros damos a nuestros hijos.

De mi período de crecimiento puedo decir que me siento enormemente agradecida. La mayor parte de las enseñanzas recibidas de mis padres las he podido aplicar y me han servido para lidiar, resolver y disfrutar la vida que tengo ahora. Estoy realmente orgullosa de como soy y se lo debo a ellos.

En cambio, no he seguido el mismo patrón con mi adolescente. Ha habido elementos que no he querido imitar y que de manera consciente los he modificado.

A día de hoy, también estoy satisfecha con ello y me llena de gozo al recordar su desarrollo y, ahora, en una edad casi adulta y desde unos metros más atrás sin perderlo de vista, los caminos que él empieza a tomar, sus equivocaciones, sus sueños, sus preocupaciones y lo que le hace feliz.

He dicho desde unos metros más atrás porque ya no me deja estar más cerca. He sido una madre controladora con él, no puedo negarlo. Lo he tenido pegado a mis faldas, como se suele decir, con la gran suerte de que él también ha querido estar junto a ellas. Lo he disfrutado intensamente, todos y cada uno de los momentos de su infancia. Y, después, he añorado mucho estos momentos.

Pero después de un período de aprendizaje, en mi caso bien largo, aún estoy en ello, en el que no entiendo tantas cosas, creyéndome incluso que me está dejando de querer, me voy dando cuenta de que el espacio que ellos van marcando en cada etapa quizás es necesario y saludable.. Como todo, tan solo aquéllos que hayan experimentado el despegue de los que consideramos nuestros bebés y como dan el salto a la adolescencia podrán entender estos sentimientos.

No está de más recordar la entrada en el que a través de un artículo de prensa profundizaba mucho más sobre este período. Lo podréis ver aquí

Ahora compartimos nuestra vida de otra forma y estoy muy contenta por ello.

Ahora repito y empiezo de nuevo a tomar decisiones ante lo cotidiano y sobre la educación de Lucas.

Yo no diré en un futuro que a mis hijos los he educado por igual. Imposible con 16 años de diferencia. Estaría cometiendo un error enorme porque en 16 años todo ha cambiado mucho, pertenecen a generaciones diferentes, sería preocupante no adaptarse, se nos dan nuevos métodos a conocer y la flexibilidad a lo largo de nuestra vida es necesaria. Yo misma estoy llena de nuevas experiencias y quizás, las enseñanzas que pueda trasmitir están un poquito más pulidas o, al menos, confío en ello.

Con respecto a la educación académica ya empecé a replantearme desde el embarazo muchas cuestiones.

A través de una mamá y compañera bloguera de la comunidad donde escribíamos, Virginia Toledo, que os recomiendo seguir, psicóloga perinatal y de familia "en acción", es decir, que habla desde su propia experiencia y no desde la teoría no experimentada, escuché por primera vez hablar de la educación Waldorf. No voy a profundizar en ello porque yo misma estoy interesándome en ello y no lo conozco pero su metodología es muy cercana a los valores que me empeñé en dar a mi adolescente y que espero que le sirvan a lo largo de su vida y a los que quiero dar a Lucas.

Desde entonces lo tengo presente y esta semana, a los 17 meses de Lucas, a raíz de una publicación en prensa sobre la experiencia de otra mamás, he dado de nuevo con la recomendación de este método. Pedagogía Waldorf.

Y ahora concluyo si realmente no les estoy dando la misma educación, la que a mí me dieron. Porque quizás lo que cambia es el método a elegir para enseñarles los valores humanos que quiero que crezcan en ellos como grandes personas, pero la esencia, aquella que tuve la suerte de recibir de mis padres, está aquí, en mí y para ellos, la que no quiero que cambie y por la que estoy tan agradecida a ellos.

Yo iré informándome como hasta ahora y asistiré a la siguiente charla informativa del centro Waldorf que hay en mi localidad. He dado con un grupo en facebook donde no solo aplican sus enseñanzas en centros de estudios porque la familia debe estar estrechamente ligada a las escuelas. Aún queda tiempo pero quiero tener todos los datos en mis manos para cuando llegue la hora de tomar la decisión.

Os dejo el enlace del blog de Virginia para que podáis llegar a él https://virginiatoledo.wordpress.com/


2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho esta entrada e investigare sobre el método waldorf.
    Como tu, también le estoy muy agradecida a mis padres por la educación recibida y son mi referente principal a la hora de educar a mis hijos aunque, por supuesto con cambios y matices porque cada familia, circunstancia y época son diferentes.
    No tengo que decirte que creo que lo haces fenomenal. Sólo hay que ver como es Gonzalo para darse cuenta de eso y ya verás como Lucas va ser un niño estupendo!
    Un beso!

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  2. María, tus palabras me han reconfortado mucho. Gracias preciosa!

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