Primeras negociaciones con Lucas

Todos, todos los días tengo que contar hasta diez, o hasta veinte.

Lucas demuestra tener una gran personalidad y ser muy independiente.

Las ganas de hacer las cosas por sí mismo lo ponen en un peligro constante y a mí en un estado de estréss continuo.

Comparto que el mejor camino para que un bebé aprenda a comunicarse es explicarle las cosas con paciencia pero cuando quieres evitar que haga algo con lo que podría hacerse daño y no cuentas con tiempo para explicárselo y se convierte además en un objetivo claro para él, la paciencia se aparta para dar lugar al grito y que los nervios se disparen.

Porque sí, así de cabezón se presta.

Todos los días me tengo que recordar a mi misma contar sin límites porque hasta díez me sabe a poco. Pero contar hasta diez no para no perder la paciencia sino para que se me ocurra algo bueno que le resulte atractivo en el momento y le ayude a cambiar de opinión.  Y de repende pienso si a esto no se le llama manipulación. El caso es que la cabeza me trabaja al mil por mil durante todo el día.

Y hoy se me dado el caso en el que he acabado más que contenta.

Intento que Lucas empiece a subir y bajar las escaleras. 17 meses y 13 kilos ya no son fáciles de cargar hasta un tercer piso sin ascensor. Llevamos varios días practicando. A veces él está más cansado de lo normal y no tiene fuerzas o ganas.

Hoy no era uno de esos días. Llegaba activo y con ganas de juego. Tantas que cuando vió la escalera frente a él se dió media vuelta para salir corriendo de nuevo al jardín y evitar entrar en casa.

Y esta vez yo llevaba una bolsa de compra en la otra mano. No podía correr detrás de él.

Saqué un paquete de snacks de la bolsa y lo tiré al siguiente rellano de la escalera que nos esperaba. Y dió sus frutos!!!!

Claro está, que bebé se resiste a alcanzar un paquete de patatas!!!

Llegados al primer rellano, lo tiré a la primera planta, luego al segundo rellano, segunda planta, tercer rellano y en casa!!!

Nos ha llevado veinte minutos y ha sido divertido. Se convirtió en un juego  que nos ha traído a casa sin dificultad.

Mejor no pienso en mañana porque no sé cuantas veces voy a soportar jugar a alcanzar el paquete de patatas, pero mientras no haya prisas, intentaré elegir momentos de este tipo y no me faltará llevar snacks o golosinas en el bolsillo!!