Si no ando..... me enfado

Es una de las muchas novedades y sorpresas con las que me voy encontrando.

Gonzalo empezó a andar un 17 de Abril de 1998. Justo el día de su primer cumpleaños. Hacía poco que nos habíamos mudado y no se me olvidará la imagen en la que le vi entrar en el salón por su propio pie y sin ningún otro apoyo que sus pequeños piececitos.

No hubo un tiempo previo de frustración. Tan sólo, cuando llegó el momento, dio sus primeros pasos sin dificultad.

Mañana Lucas cumple 11 meses y no son pocos los enfados y coge por querer salir andando.

Al principio no lo entendí, no sabía que le ocurría. Hasta que me dí cuenta de que quiere dar por terminado su etapa de gateo. Cada vez lo hace menos. Ha dejado de gustarle. Se pone de pie cogiéndose a cualquier mueble, silla, mesa, ... Suelta una mano y cuando quiere salir andando se dá cuenta de que aún no dá sus pasos sin apoyo y se enfada, protesta, grita y llora. Su consuelo llega con mi mano. Se la acerco, la coge con ansias y sale corriendo cogido de ella riendo y emocionado de alegría.

En mi post, Al infinito y más allá, escribía sobre los beneficios de reptar y gatear. Os lo recuerdo aquí. Ahora su gateo, además de proporcionarle independencia y libertad de movimiento, le sirve para relacionarse con los demás niños en el parque, jugar con ellos, seguirlos, y tener el privilegio de utilizar los parques de juegos públicos cada día.

He leído mucho sobre los beneficios de reptar y gatear pero por más que busco, aún no he encontrado nada que me hable de la necesidad del bebé de salir andando, de sus deseos y de que, probablemente, su mente vaya más allá de lo que su cuerpo aún le permite, lo que le lleva a esa frustración.

Los deseos de Lucas no se quedan en querer andar y correr. Quiere trepar y escalar.

Os recuerdo de paso la entrada que escribí sobre cómo mantener una espalda sana. Lo podéis leer aquí

Mamma mía. Esto no ha hecho más que empezar!!