Tras el divorcio o viudedad, diversión y equilibrio social y familiar. Pasos para encontrar la estabilidad en nuestras vidas.

Esta entrada es un poco más personal. Como tantos de vosotros yo también estuve perdida.

Cuando alguien se separa a cualquier edad se enfrenta a una nueva vida por construir. Por más que  conservemos amistades y tengamos el apoyo de nuestra familia se quedan huecos y vacíos en nuestro interior y no siempre sabemos como llenarlos.

La soledad o la impaciencia por reconstruír pueden llevarnos a tomar caminos equivocados.

He podido comprobar con vecinos o conocidos cercanos como después de quedarse solos, casi siempre debido a una separación, han rehecho sus vidas con una nueva pareja en un abrir y cerrar de ojos. Para mí esto es admirable pero es algo que yo no he logrado nunca.

En dos meses hará cuatro años que no comparto mi vida a nivel pareja.

No es una obligatoridad vivir en pareja. Pero si es saludable e imprescindible tener una vida social activa, divertida, en la que poder confiar, duradera y compatible con nuestra vida familiar. Cuanto más si tenemos hijos. La vida social es salud e imprescindible.

Según mi experiencia, después de 14 años de mi primera separación y 4 años de la segunda os voy a decir cuales han sido mis preferencias a lo largo del tiempo y los pros y contras que he comprobado en cada una de ellas.

El primer pasito, y digo pasito porque en estos casos delicados en el que el caos ha llegado a nuestras vidas  no podemos dar enormes saltos, es darnos un tiempo.
Si ya te han dicho, date tiempo, el tiempo lo cura todo, tiempo al tiempo.... y multitud de frases hechas y consejos parecidas a estas, tómalos en consideración, porque es verdad.

Después de la tempestad siempre llega la calma y durante la tempestad es una imprudencia embarcarse.  Es necesario navegar seguros.

Sin embargo es un buen momento para encontrarnos, para sentir, observar y saborear lo que tenemos a nuestro alrededor. Seguro que no nos hemos percatado de detalles que ya están integrados en nuestras vidas y de los que no nos hemos dado cuenta.

Otra clave es saber que no hay un solo camino para sentirse feliz. ¿Te han dicho alguna vez que con cierta edad tu vida tiene que estar construída de cierta manera? ¿Con cuarenta, algo menos o algo más por ejemplo? Pues es mentira. Así que disfruta de tu vida tal y como la tienes montada porque es tan buena como cualquier otra. Se es feliz solo o acompañado, con hijos o sin hijos, con coche o sin él, viajando o sin viajar... pero eso sí, muévete, relaciónate, rodéate de actividades y personas afines a tí y ríete.

Te hablo de un truco que descubrí hace muchos años y puse en práctica. Comprobé inmediatamente que los resultados son inmediatos y lo hice parte de mí. Tanto, que ya no tengo que plantearme hacerlo y forma parte de mi atuendo personal. Sonríe!!! Sí, es así de fácil. Cuando sonríes no es posible que algún pensamiento negativo pase por tu mente. No te cortes y compruébalo.  Pon una sonrisa en tu cara e intenta pensar en algo negativo..... a que no puedes hacer las dos cosas?? Increíble verdad?? Es magia! Solo tenemos que fijar la sonrisa, llegaremos a tenerla sin esfuerzo y de forma natural con un poco de práctica. Y lo demás llegará sin pretenderlo. Un persona sonriente atrae grandes relaciones de todo tipo. A todo el mundo le gusta.

Otra gran artimaña es permanecer cerca de la familia y de personas de siempre. Un círculo de confianza es el lugar donde más cómodo puedes estar y expresarte en los momentos más duros.

Y cuando apetezca ampliar el círculo encontraras muchos caminos buenos que facilitan las cosas.

Mente abierta, sonrisa, paz interior y a por ello.

Puedes unirte a grupos con los que compartir intereses. Senderismo, lectura, viajes, actividades culturales, diversión y salidas varias, actividades con niños.... Hay mucha más gente que está deseando compartir.  De estos grupos pueden resultar amistades que van y vienen o muchas otras duraderas.

Fuente: Imagen libre de derecho de autor

Para las más duraderas, a mí personalmente es lo que me gusta, son grandes ideas los clubs deportivos y sociales. Si responden a varios aspectos a tener en cuenta, economía, ubicación, actividades y eventos.... son lugares fantásticos de los que formar parte, con miembros con los que a menudo coincidirás y de los que pueden nacer grandes momentos y amistades. Al tratarse de lugares con normativas y reglamentos, son seguros, ideales para niños y adaptados a todos los modelos familiares de nuestra sociedad.

Con todo esto, doy fe de ello, nuestra vida estará completa, sea cual sea el camino que estamos siguiendo en este momento. La vida se construye cada día de nuevo.

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Bien, en marcha! Espero haber aportado

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