Adoro mi ciudad. Adoro las visitas y los paseos por sus calles, su historia, sus leyendas...
Este fin de semana hemos empezado a conocerla. Sí, y digo hemos, ahora, porque empieza una nueva etapa de circuítos que durará años. De nuevo, empezaré a conocerla, a través de otros ojos que están empezando a descubrir, probablemente desde una nueva perspectiva que me dará la oportunidad de captar cosas que antes no había podido percibir.
Me encanta la idea de volver a reencontrarme con ella.
Y para ello, el pasado domingo nos hemos atrevido a dar una paso más y a los 39 días de Lucas ya nos hemos animado a salir de nuestro parque y nuestro barrio. Hemos cogido el metro y hemos ido al Parque de Maria Luísa y Plaza de España en 1893. Se llama así porque fue donado por la infanta Maria Luisa. Hace muy poquito fue declarado bien de interés cultural.
En breve Lucas podrá descubrir todos sus laberintos, trepar por las raíces de sus árboles centenarios, echar pan a los patos y correr detrás de las blancas palomas. Hoy soñaba despierta con ello mientras recorría con él todos sus caminos.
Y seguiremos descubriendo juntos y ampliando las fronteras que solo nosotros nos marcamos.
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